La temporada de ascensión al Monte Fuji va de principios de Julio a finales de Agosto, durante el resto del año se encuentra cubierto de nieve, y los refugios permanecen cerrados, es muy peligroso intentar subir, casi todos los años alguien muere intentándolo. En los meses de verano, son miles de personas las que ascienden diariamente al Monte Fuji (富士山, Fujisan, en japonés, no confundir con Fujiyama, nombre que se le dio por error en Occidente, al utilizar la lectura incorrecta del kanji 山, yama [lectura Kun] en vez de san [lectura On]. Aunque ambas significan montaña, cuando uno se refiere a una concreta, se utiliza san).
Durante los meses de temporada, hay muchos refugios abiertos, y se puede decir que practicamente no se corre ningún riesgo. La ascensión clásica es nocturna, para llegar a ver el amanecer (alrededor de las 4:30 en verano), y ya que estábamos allí, lo haríamos de esta manera.
Durante los meses de temporada, hay muchos refugios abiertos, y se puede decir que practicamente no se corre ningún riesgo. La ascensión clásica es nocturna, para llegar a ver el amanecer (alrededor de las 4:30 en verano), y ya que estábamos allí, lo haríamos de esta manera.
Las montañas japonesas se dividen en 10 estaciones desde la base hasta la cumbre, la ascensión al Monte Fuji se suele emprender desde la 5ª estación, aproximadamente a medio camino entre la base y la cima (3776 metros). Hay 4 rutas de ascensión, cuyas quintas estaciones están entre los 1.440 metros (Ruta Goteaba), y los 2.380 metros (Ruta Fujinomiya). Las otras dos son la Ruta Kawaguchi-ko, desde los 2.305 metros y la más popular de todas; y la que escogimos nosotros, Subashiri desde los 2.000 metros. En primer lugar pensé en la ruta Fujinomiya, porque junto a Gotemba, son a las dos únicas ciudades, a los que llegan trenes de JR. Pero visitando esta web (recomendada para cualquiera que esté interesado en subir), vi que desde Gotemba teníamos autobuses a Subashiri, y que en esta ruta había menos aglomeraciones.
Para llegar a Gotemba desde Tokyo hay que invertir al menos 2 horas en tren. Nosotros llegamos hasta Kozu, en donde empieza la línea local que lleva a Gotemba, y donde nos cargamos de provisiones para la subida. En el trayecto empezó a llover bastante, en el fondo acojonaba que nos pudiera hacer así al llegara Gotemba, pero estábamos completamente decididos de que hoy sería el día de la subida, ya nada nos iba a echar para atrás. Al menos, llegando a nuestro destino, parecía que dejaba de llover momentaneamente, y por un breve momento podimos contemplar la silueta del Fuji-san, algo que no volveriamos a hacer, porque en adelante lo vimos cubierto por nubes, lo cual es algo bastante normal.
Al llegar a Gotemba, primer contratiempo, el último autobús que subía a la 5ª estación de la ruta Subashiri se había ido a las 19:20. No éramos los únicos con este problema, ya que 5 gaijins americanos también tenían el mismo problema. La gente del pueblo nos recomendó coger un taxi, si es compartido, en el fondo no cuesta mucho más que el autobús (1500¥), a nosotros nos salió por unos 1800¥ al llevar a un americano con nosotros.
El taxi casi se queda subiendo hasta la 5ª estación, atravesamos unos oscurísimos bosques, a lo largo de los cuales serpenteaba la carretera de ascenso, al parecer, son una de las zonas de suicidio favoritas de los japoneses, la segunda más popular del mundo tras el Golden Gate de San Francisco. Llegamos a los 2.000 metros en unos 45 minutos, y allí mismo compramos un par de linternas, esenciales para la subida nocturna. Íbamos a ser los peor preparados de todos los que ascenderían esta noche, poco abrigados, y sin linternas hasta el último momento. Gaijins incautos que no sabían a que se enfrentaban.
1 comentario:
mmmmm... qué intriga dejas con la última frase! ¿qué pasó al final? Sé que vivos estáis porque os he visto rondando por Madrid, pero esta entrada parece el anuncio de la tragedia en plan "¡viven!"
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