Despertamos en el hotel cápsula, apurando el tiempo para salir a las 10 que nos daban como límite, y disfrutando por ultima vez de los baños y la sauna. El plan de hoy es ir al Monte Fuji, por lo que dejamos los macutos en Ikebukuro (que será nuestra próxima base en Tokyo), y dese allí directos a Yokohama, que nos pilla de camino al Fuji-san. La visita de Yokohama, como el haber dormido la noche anterior en el hotel cápsula, fue una improvisación sobre la marcha, otra opción hubiese sido la visita de Kamakura (aunque algo peor conectada para luego ir al Fuji) además de que queríamos algo que fuese relativamente tranquilo, y de que una americana con la que hable hacía unos días me quitó las ganas de ver Kamakura.
Yokohama es la segunda ciudad más grande del país, y se encuentra unida fisicamente a Tokyo (en medio esta Kawasaki), formando la conurbación más poblada del mundo, con unos 35 millones de habitantes. Bajamos en la estación central de Yokohama, que no está demasiado cerca de nada atractivo, pero no anda muy lejos del barrio Mirato Mirai 21, la zona de rascacielos de la ciudad, donde se encuentra la Torre Landmark, de 296m, el edificio más alto de todo Japón, y con uno de los ascensores más rápidos del mundo (45 Km/h). Posiblemente las vistas desde la Torre Landmark sean espectaculares, pero ya habíamos tenido muchas vistas desde las alturas, el día estaba muy nublado, y cuestaba unos 1000¥.
Justo al lado de las torres, pasamos por delante de un pequeño parque de atracciones del que destacaba una gran noria con reloj. Desde aquí fuimos andando hasta el punto que más interesaba de la ciudad, el barrio chino, el más importante de Japón. El barrio esta bien, sin llegar a impresionar demasiado, y desde luego fue suficiente para hacer que la visita a Yokohama mereciese la pena.
Además tuvimos la mala suerte de que nos empezó a diluviar cuando visitábamos el barrio chino, y tuvimos que refugiarnos durante un buen rato en un edificio de recreativas. Empezamos a dudar de si iba a ser posible subir al Fuji-san esa noche.
No hicimos mucho más en Yokohama, comimos resguardados en un portal, vimos un par de calles más y regresamos desde la estación de JR que más cerca nos pilló. Antes de coger el tren que nos llevaría camino del Monte Fuji, entramos una hora a un Manga Kisa (Manga Cafe) para conectarnos a internet y despedirnos de nuestros conocidos, además de que después de mirar alguna web sobre el ascenso al Fuji, cambié la ruta de ascenso que tenía planeada originalmente.
Los Manga Kisa son establecimientos abiertos 24h, muchos cerca de estaciones y de zonas de ocio, donde se ofrece conexión a internet, una gran cantidad de mangas en las entanterías, habitaciones privadas con ordenador y comodos sillones... En el que entramos, por un precio que no llegaba a los 400¥ la hora, teníamos incluido barra libre de bebidas de máquina (desde coca cola a chocolate caliente), algo que aprovechamos como buenos españoles gochos que somos.
En fin, la visita a Yokohama fue decepcionante, personalmente no la recomendaría. Como visita desde Tokyo, para mi Nikko es mejor opción, y Kamakura (al final me quede con las ganas de verla) posiblemente también lo sea.
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