24 ago 2008

DIA 3 (1/3): Templos en Kyoto (Sur de Higashiyama)

Como en Julio en Japón amanece sobre las 4:30, a veces resulta incluso difícil dormir hasta tarde, eso junto con el colegio que tenemos enfrente hace que todos los días en Kyoto nos despertemos a las 8 para aprovechar el día. Al salir a la calle, nos saludan los chavales subidos a las ventanas, armados con trapos y dejando el colegio como una patena (en los colegios japoneses, los chavales tienen que hacer horas de "servicio social", encargandose de tareas como la limpieza de las aulas, y les pillamos en plena tarea).

Nuestra calle, con el colegio a mi derecha

Tras 10 minutos andando, el calor y la humedad son prácticamente insoportables, no son ni las 9 de la mañana y estamos deshidratados, con un largo día por delante. Nuestro primer destino es el Kyomizu-dera, uno de los templos más bonitos de Japón, y el mejor de los que veremos en todo el día, por algo fue elegido como candidato japonés para las nuevas 7 maravillas del mundo. La entrada son 300¥, y ya a primera hora está bastante lleno de gente, lo más famoso es su terraza apoyada en cientos de columnas de madera. Aunque todo el recinto es muy agradable y bastante extenso. Debajo de la terraza se encuentra la fuente Otowa-no-taki, de la que puedes beber ayudándote de un cazo con un largo mango, a mi me impresionaron los esterilizadores UV que tienen al lado del manantial para los cazos, pero es que los japoneses son superiores (esto es algo de lo que te das cuenta al leer a Kirai de vez en cuando), pero cuando visitas Japón, lo confirmas.

La terraza apoyada en columnas de madera

El manantial Otowa-no-taki

Tras este templo fuimos en busca de más por la zona, el Sur de Higashiyama, las calles de este barrio están salpicadas de tiendas de souvenirs, pagodas y templos. Camino del Kodai-ji nos encontramos a otra geisha a plena luz del día, al final no encontramos el templo que buscábamos, pero como tampoco era uno de los indispensables no pasa nada, en Kyoto hay más de mil templos, y si no se hace un poco de selección, uno puede acabar un poco saturado. Sin embargo entramos al Ryozen-Kwanon, que debe de estar al lado del Kodai-ji, este templo está consagrado al “Soldado japonés desconocido de la Segunda Guerra Mundial”, por lo que es muy nuevo, pero da para una fotillo, casi no hace falta ni pagar los 300¥ pues se ve casi todo desde fuera, aunque nosotros pagamos y encendimos una barra de incienso que iba incluida con la entrada.

Una geisha en el Sur de Higashiyama

Ryozen Kwan-on, al soldado desconocido de la WWII

Muy cerca se extiende un parquecito, Maruyama-koen, flanqueado por templos y santuarios. Tras un breve descanso del calor sofocante, vimos por dentro el santuario del Gion Matsuri, el Yasaka-jinja. Y seguidamente el templo Chion-in, que si que entra en la lista de los indispensables, solamente la puerta de entrada es enorme y espectacular, y dentro hay un complejo de edificios que siguen la tónica de la puerta. En el Chion-in realizamos por primera vez el ritual que tantas veces repetiríamos, descalzarnos para entrar al tatami de los templos (cuidado con los tomates en los calcetines si vais a ver templos en Japón, estáis avisados). Dentro del edificio principal había unos cuantos monjes repitiendo el “Nami-Amida-Butsu” (Gloria a Amida Buda), y tocando los cuencos tibetanos. La entrada al complejo principal del Chion-in es gratis, aunque para ver los jardines hay que pagar más, nosotros no los vimos.

Yasaka-jinja

La impresionante puerta del Chion-in

1 comentario:

Anónimo dijo...

El día que se dedica a Higashiyama es para mí uno de los más interesantes de un viaje que pueda hacerse por Japón y de los que mejor recuerdo guardo.