18 nov 2008

DIA 19 (2/5): Takeshita Dori

Lo primero que vimos por la zona de Harajuku fué Takeshita-dori, una calle estrecha y peatonal llena de tiendas de ropa fashion, lugares para comer y gente y más gente por todos lados, sobre todo jóvenes, algunos vestidos con los modelitos que posiblemente compren en esta calle. No son más de 400 metros, pero por la cantidad de gente y de tiendas en las que poder curiosear, seguro que te lleva un buen rato recorrerla.

Takeshita-dori

Takeshita-dori

No es raro encontrarse por cualquier lugar de Tokyo, o incluso en Osaka u otras grandes ciudades, con chicas vestidas de lolitas, con sus vestidos inspìrados en la aristocracia europea de siglos pasados. Pero en esta calle es uno de los lugares donde más concentradas están. Al parecer, hay muchos estilos de lolitas, la de la foto es una sweet lolita, vestidas con tonos pastel y lacitos. Desde luego que es llamativo ver a gente asi por la calle.

Sweet lolita

Al final de la calle comimos en un restaurante de comida rápida, pero de los que son típicos aquí. Junto con el ramen, el gyudon es uno de los platos de comida rápida que más triunfan en Japón. El gyudon es básicamente ternera con arroz, y un bol es algo bastante barato que un japonés devora facilmente en unos 2 minutos. No está malo y es muy barato (300-400¥) aunque para mi gusto, el ramen le da mil vueltas. Esta vez lo probamos en la cadena Yoshinoya, que se especializa esto mismo, y que es una de las más extendidas.

Comimos en el Yoshinoya, al aderecha, Lolo enfrente (M)

Para salir de la marea de gente, intentamos callejear por ls calles que cruzaban Takeshita-dori, pero sin encontrar nada interesante. Al final acabamos perdiendonos por una calle en la que vimos varias agencias que según los carteles que tenian en la puerta, se dedican a reclutar a idols (jovenes de ambos sexos, aunque mayoritariamente femeninas, que por su apariencia alcanzan una gran popularidad, y que basicamente se dedican a ser modelos, cantantes o actrices). Más sobre el fenómeno idol en este post. En fin, no intentamos presentarnos, el pueblo nipón aún no está preparado para nuestros cuerpos serranos, por lo que volvimos a Takeshita-dori y nos dirigimos hacia el Meiji-jingu.

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